Berlanga traza una hermosa e inocente fábula que nos muestra cómo se puede vivir una vida sencilla pero realmente digna y que está muy por encima de la vida a la que nos condena el mundo moderno. Pero también muestra la esclavitud del hombre moderno que no puede huir, aunque quiera, de un presente brutal y descorazonador; sólo puede evocar con nostalgia ese no-lugar, esa utopía que hay en todos nosotros y al que nos gustaría escapar, llámesele Calabuch o como se quiera. Berlanga se encuentra perdido a medio camino entre la necesidad/imposibilidad de la utopía. Quiere creer que es posible, pero choca con una realidad que parece imponerse siempre. Pero lo que es cierto es que mientras esa esperanza subsista, mientras haya un hombre capaz de soñar con la utopía todavía no estará todo perdido, aunque cada día nos alejemos un paso más de esa esperanza. El pacifismo y antimilitarismo del profesor Hamilton (alter ego del propio Berlanga) y la presentación de una vida campesina, sencilla, como un ideal que seguir, como el refugio que podemos hallar ante la irracionalidad de la sociedad moderna entronca con un anarquismo tolstoiano, cálido e inocente, ilusorio e idealista en gran medida y que es muy característico de Berlanga. Y es que esta película recoge muchos de los lugares comunes del cine de Berlanga: el pueblo pequeño como espejo de toda España (aunque de una España Berlanguiana); el sentido del humor irreverente y con toques surrealistas; la crítica sutil y soterrada de la dictadura y de la autoridad; la visión entre crítica y cómplice de muchos de los tópicos españoles; la celebración entusiasta de la vida y la firme creencia en que hay que vivirla y disfrutarla al máximo; la mirada inocente y nostálgica. Una película muy ingenua pero que hay que situar en su contexto, en el de la España franquista, sólo así se puede comprender y es en ese contexto en el que hay que interpretarla, comprendiendo la inmensa carga crítica soterrada que contenía y las piruetas que tuvo que hacer para meter pequeñas pullas a la dictadura sin que se notase demasiado (Maese Huvi en filmaffinity.com)
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